El pasado mes de Mayo, Marcelo Carmagnani recibió por parte de la Universidad de Chile la distinción Doctor Honoris Causa, en una ceremonia realizada en la Facultad de Filosofía y Humanidades de dicha Universidad. Los invitamos a seguir la trayectoria de este importante intelectual, y sus vinculaciones con Chile, en el siguiente artículo de uno de nuestros colegas.

El profesor Carmagnani tiene una carrera académica y una trayectoria intelectual digna de admiración, no sólo por el volumen de su obra, sino por el alcance e influencia de la misma. Su obra arranca con un estudio brillante, escrito a los 22 años de edad, sobre el mercado de trabajo durante el siglo XVIII en una región acotada de un país pequeño de Sudamérica: Chile; y culmina con una propuesta de historia total y global, que ha desarrollado en sus últimos libros: El Otro Occidente y Las islas del lujo.

El comienzo de la sobresaliente trayectoria del profesor Carmagnani está asociado al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde ingresó a estudiar Historia en 1958. La Universidad de Chile debe sentirse afortunada y orgullosa por la decisión que tomó ese muchacho italiano de 18 años, quien, después de haber cursado sus estudios básicos y secundarios en la Scuola Italiana de Valparaíso y Santiago, no dudó en incorporarse a nuestra casa de estudios, teniendo la posibilidad de proseguir sus estudios en Italia o en otra institución de nuestro país. En ese momento decisivo de todo individuo, él optó por estudiar en una universidad laica, con sede en Santiago de Chile, que le ofrecía el programa que él deseaba, y cuyo prestigio le hacía más fácil resolver su dilema. De haber tomado una decisión diferente, este joven curioso y talentoso, enamorado de la Historia, pudo haberse perdido, desviado o frustrado. Pero no fue así. Partió estudiando Historia con nosotros, para luego llegar lejos, muy lejos. Llegó a transformarse en una figura de la historiografía Latinoamericana de renombre internacional. Y la Universidad de Chile puede sentirse orgullosa y afortunada de haber contribuido a que ese destino se realizara o, por lo menos, puede sentirse orgullosa de no haberlo estropeado.

Como alumno del Instituto Pedagógico, Marcello Carmagnani tuvo la oportunidad de trabajar estrechamente con uno de los historiadores más importantes de nuestro país, don Mario Góngora, fundador del Centro de Estudios Coloniales, quien lo apoyó y orientó en sus primeras exploraciones intelectuales. El profesor Carmagnani, según ha declarado en repetidas ocasiones, guarda un recuerdo muy especial de su relación con este destacado intelectual chileno de quien se ha mostrado muy agradecido, como también lo está de otros compañeros que tuvo en dicho Centro, quienes fueron o son profesores del Departamento de Ciencias Históricas de nuestra Universidad.

Él estudió y vivió en Chile por un corto tiempo. Una vez terminados sus estudios de Pedagogía en Historia regresó a Europa, en 1963. Pero su relación con Chile se prolongó durante casi 10 años más, en los que desarrolló estudios imprescindibles sobre la Historia de Chile, los cuales no han perdido su valor con el paso de los años.

Llegó a París, para hacer su doctorado, con la intención de profundizar su conocimiento sobre los mecanismos económicos del las sociedades de Antiguo Régimen. Su intención no era seguir investigando sobre Chile. No obstante, su profesor, Fernand Braudel (figura emblemática de la historia social y económica de la segunda mitad del siglo XX), lo persuadió de analizar los problemas que despertaban su interés en una sociedad colonial como la chilena, para fortuna de la historiografía de nuestro país. Pero ese viaje intelectual que lo trajo de regreso a Chile, no supuso su confinamiento. Por el contrario, comenzó a construir su visión de la Historia, según la cual el estudio de una realidad local o nacional sólo cobra sentido en la medida que se conecta con un espacio más amplio; Europa y el Mundo. Gracias a su natural inclinación a mirar la sociedad desde una perspectiva cosmopolita, que lo llevó a enfrentar ese desafío de forma audaz, en ese momento el profesor Carmagnani comenzó a transformarse en lo que es hoy: un historiador de América Latina, capaz de comprenderla en su conjunto y en su relación con el mundo. Esa misma perspectiva plural para enfrentar el estudio de la historia lo llevó a analizar el problema del subdesarrollo económico chileno, no como consecuencia inevitable de sus condiciones estructurales, sino como un resultado histórico específico de un juego de circunstancias. En el libro que escribió sobre este problema volvía a mostrar la autonomía intelectual que le ha caracterizado toda su vida, alejándose de los esquemas de pensamiento y teorías que estaban en boga en nuestra región a principios de los ‘70.

Marcello Carmagnani ha sido muy importante para muchos historiadores chilenos, quienes han encontrado en sus libros una orientación, e incluso, a un profesor que les ponía en contacto con las perspectivas historiográficas europeas, señalándoles un camino a seguir. Curiosamente, Marcello Carmagnani nunca se desempeñó como profesor en algún Departamento de Historia de nuestro país y, en consecuencia, él cree que nunca formó a ningún historiador chileno. No obstante, desde la distancia, él ha sido un maestro de muchos de nuestros historiadores de varias generaciones, algunos de los cuales se las arreglaron para encontrarse con él cuando hacía clases en México o Turín. Afortunadamente, esta expectativa insatisfecha de tenerlo como profesor, de cuerpo presente, ha terminado ahora, con su curso “Historia Mundial: La participación de América Latina en el nacimiento de la Economía Política y del consumo moderno”, que acaba de impartir para la Escuela de Postgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Esperamos que esta experiencia sea sólo el comienzo de un reencuentro prolongado entre el profesor Carmagnani y sus colegas y estudiantes en Chile.

A lo largo de su etapa formativa, Marcelo Carmagnani tuvo la fortuna de vivir la experiencia de una universidad muy dinámica y abierta a la circulación libre e intensa de ideas, tanto en Chile como en París y Turín. Esa universidad, a ojos del profesor Carmagnani, ya no existe en ninguna parte. Las circunstancias históricas han transformado las universidades en espacios menos propicios para el desarrollo de la investigación y la germinación de las ideas. Esas mismas circunstancias, vividas de forma brutal por nuestra Universidad, hicieron que el profesor Carmagnani se mantuviera alejado de Chile por más tiempo de lo que hubiéramos querido. Pero ahora hemos entrado en una nueva etapa, en la cual se ha instalado la convicción de que la Universidad de Chile, y las humanidades en particular, necesitan recuperar los espacios de discusión académica rigorosa y de excelencia. La política de la Universidad de traer a nuestras aulas a académicos destacados a nivel mundial, ha permitido contar con la presencia del profesor Carmagnani entre nosotros. La Iniciativa Bicentenario, que comienza a dar sus primeros pasos, le permitirá al Departamento de Ciencias Históricas fortalecer y prolongar esta política, atrayendo a otros historiadores de la talla de Marcello Carmagnani quienes, al igual que él, vendrán a contagiar su pasión por el estudio de Historia y su vasto y sólido conocimiento, a los académicos y estudiantes que forman parte de dicha unidad académica.

Dr. Maurio Folchi